En el comienzo quedó claro que Boca tenía espacios para generar juego frente a una muy débil oposición y a los 7 minutos, un centro desde la derecha servido por Riquelme fue cabeceado con precisión por Viatri, para poner el 1-0.
Ya antes otro frentazo del mismo delantero había demandado una exigida intervención del arquero Broun en dos tiempos.
Desde entonces y hasta el final de la etapa inicial, Central casi ni se aproximó al área rival, en tanto que Boca hizo circular la pelota, con un Riquelme de movilidad reducida pero igualmente importante, con Dátolo imponiendo su manejo por la izquierda y con Viatri, que fue un permanente farol de peligro en el área.
El pecado de Boca fue que, tal vez por ver que todo pintaba demasiado fácil, nunca se decidió a imprimir el ritmo máximo para definir el encuentro.
El complemento arrancó dentro de las mismas características y Boca volvió a estar cerca del gol. A los 7 con un zurdazo de Riquelme, levemente desviado, y a los 12, cuando Viatri no llegó por muy poco a un centro de Dátolo.
A los 13 minutos Vargas entregó una pelota muy corta hacia atrás, Danelón se la llevó, colocó un centro por bajo que tomó a los defensores mal parados, y Zelaya llegó justo para empujarla al gol.
La insólita igualdad abrió otro partido porque ya Boca no tenía la postura de antes, y Central, revitalizado, encontró la posibilidad de jugar de igual a igual.
Boca pudo haber llegado al segundo con un cabezazo de Battaglia apenas desviado, pero Central también estuvo cerca con un zurdazo de Núñez, apenas alto, y con otros dos remates de Vizcarra, desviados desde buena posición.
Los ingresos de Mouche y Gaitán fueron positivos porque le devolvieron a Boca parte de la energía perdida, y además fueron actores fundamentales en el gol definitorio.
La acción tuvo lugar a los 42 minutos, Mouche desbordó por derecha y envió el centro, Viatri la bajó inteligentemente y Gaitán en tijera y de zurda selló el 2-1.
La victoria de Boca resulta indiscutible en el balance global, aunque la manera en que hizo difícil lo que parecía fácil deja abiertas dudas en cuanto al futuro.