Hace tres décadas, investigadores estudiaron en ratones un retrovirus -la misma familia a la que pertenece el virus de la inmunodeficiencia humana- y descubrieron la existencia de un gen, el Rfv3, que producía anticuerpos capaces de neutralizar al virus y que permitían que los animales se recuperaran.
El equivalente en humanos es el Apobec3. "La relación entre Apobec3 y la producción de anticuerpos neutralizantes ha sido una sorpresa absoluta", señaló Warner Greene, director del GIVI y uno de los autores de la investigación, según el diario español El Mundo.
Mario Santiago, otro de los autores del estudio, dijo que "nuestro trabajo ofrece una novedosa y refrescante perspectiva sobre cómo fortalecer el sistema inmune contra el virus de la inmunodeficiencia humana, con implicaciones muy claras para el desarrollo de una vacuna".