Alrededor del sexo se mueven tantos temas como preocupaciones tiene el ser humano y, en muchas ocasiones, es en la cama donde se reflejan los pensamientos, temores o alegrías de cada uno.
Según sus organizadores, este planteamiento y muchos otros es lo que pretenden mostrar los 45 cortos presentados a este festival itinerante, que en su octava edición continúa abordando libremente todo lo que rodea al sexo sin llegar a ser una convocatoria erótica ni pornográfica.
De hecho, uno de los objetivos del certamen es el educativo y, en su paso por distintas ciudades del interior argentino, se acompaña de exposiciones en escuelas guiadas por personal especializado en educación sexual.
"Hay que romper los tabúes y empezar a trabajar, en serio, por la diversidad y contra la discriminación", comentó el director del festival, Fabio Zurita.
El festival nació en 2000, con cinco filmes, de la mano de este director que "no tenía donde proyectar" uno de sus primeros trabajos de temática sexual y decidió unirse a otros cineastas para crear un espacio donde poder mostrar lo que hacían.
Este año se han presentado 45 cortos, la mayoría de nacionalidad argentina, pero también producciones mexicanas, belgas y españolas.
El jurado, formado por las actrices Rocío Domínguez y Cipe Lincovsky, el director Aldo Paparella y la directora Mariana Arruti, seleccionará un ganador entre los ocho cortometrajes finalistas, protagonizados en su mayoría por parejas jóvenes.
Entre los seleccionados para la muestra hay cortos sobre la vida de una joven prostituta mexicana, las fantasías de una anciana recluida en el patio de su casa, los celos o el temor al compromiso.
"Esto es una lucha contra el trato comercial del sexo, queremos romper las barreras", asegura Zurita, quien anima a los asistentes al festival a romper con las barreras que hacen del sexo un tema tabú en la sociedad.
