Kannondo, de casi 150 kilómetros cuadrados y situado en las montañas de Kyoto, contenía numerosas esculturas budistas, que se presume fueron también destruidas por las llamas.
El fuego afectó asimismo un edificio aledaño, pero no causó víctimas.
El templo Daigoji es uno de los más antiguos de Japón y fue declarado patrimonio cultural de la Unesco en 1994. (Télam)