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Detienen a la mujer de un preso por la masacre de campana

Stella Maris Cáceres, la pareja de uno de los cuatros acusados presos por la masacre de la familia Mansilla en Campana, fue detenida hoy en Santa Fe ante la sospecha de que participó de los hechos o los encubrió, informaron fuentes de la investigación.
En tanto, el imputado Jesús Osvaldo Cáceres designó un defensor particular, a quien le dijo ser inocente y que su hermano y su sobrino, también detenidos por el caso, pudieron haber tenido participación directa en los homicidios.

Respecto del móvil del cuádruple crimen, se sumó un nuevo elemento a la hipótesis de la venganza al conocerse oficialmente que el imputado Angel Fernández había sido acusado por un intento de robo junto a la mujer del matrimonio asesinado.

Según las fuentes, Stella Maris Cáceres, la pareja de Angel Fernández y que se encontraba desaparecida desde el jueves, fue detenida esta tarde en la localidad santafesina de Sastre.

La aprehensión estuvo a cargo de una brigada de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Zárate-Campana por pedido del fiscal del caso, Marcelo Pernici.

La sospechosa quedó alojada en la seccional de Sastre y será trasladada a Buenos Aires en las próximas horas para ser indagada por el fiscal, dijeron los informantes.

Una fuente de la pesquisa dijo a Télam que las sospechas apuntan a que la mujer participó del cuádruple crimen o lo encubrió, ya que ella vivía junto a su pareja, el hijo de éste, Cristian, también detenido, y en el mismo predio que Cáceres.

Las acusaciones contra Stella Maris habían surgido primero de parte de la hermana de Angel Fernández, Marcela, quien la sindicó como la instigadora de la matanza porque le tenía celos a la mujer del matrimonio asesinado.

Por su parte, el abogado Hugo López Carribero informó a Télam que esta mañana quedó designado como defensor de Cáceres, quien le aseguró su inocencia y apuntó contra Angel y Cristian Fernández.

"El sí advierte que por los antecedentes y el conocimiento directo que tiene de su hermano y su sobrino, que ellos bien pudieron haber tenido directa relación y directo dominio de los hechos, explicó el letrado.

Además, explicó que en las primeras horas del jueves 24 de julio, Cáceres vio a su hermano y a su sobrino a bordo del auto Volkswagen Polo que luego supo pertenecía a la familia Mansilla, que había desaparecido ese mismo día.

"En la madrugada él observó que ellos descendían cosas y electrodomésticos del Polo y, dadas esas circunstancias, les advirtió a los dos que no trajeran cosas provenientes de ilícitos a su casa porque no quería tener problemas con la justicia", aseguró el defensor.

No obstante, el letrado reconoció que Cáceres quedó detenido por el caso a raíz de la acusación de su sobrino, quien al declarar lo vinculó con el hecho.

Finalmente, el abogado aclaró que Cáceres estaba enemistado con su hermano y sobrino a pesar de que vivía en una casa situada en el mismo predio que la de ellos, y aseguró que su cliente no tiene antecedentes penales y trabaja en plomería y electricidad.

Además de los Fernández y Stella Maris y Cáceres, también está detenido Darío Vera, alias "El Sordo", quien se entregó ayer a la policía y quedó a disposición del fiscal Pernici.

Marcelo Mansilla (41), su esposa Sandra Rabago (39) y sus hijos Agustín (11) y Milagros (8) desaparecieron el jueves 24 de julio de su casa del Barrio Frino de José C. Paz.

El matrimonio apareció asesinado el martes pasado al costado de la Panamericana, en el kilómetro 66 del Ramal Campana, a la altura de Altos Los Cardales.

El Volkswagen Polo de los Mansilla fue hallado incendiado un día después en Los Polvorines y el jueves pasado se allanó la casa de los Fernández, donde testigos habían visto el vehículo el mismo día en que la familia desapareció.

Allí apresaron a Angel Fernández, quien cumplía su arresto domiciliario con la pulsera electrónica que detectó una falla el día que las víctimas fueron vistas con vida por última vez, y también se hallaron elementos robados de la casa de los Mansilla.

En el mismo procedimiento apresaron a Osvaldo Cáceres, en tanto que al día siguiente, se entregó Cristian Fernández, quien también tenía una libertad monitoreada con pulsera electrónica.

Este tercer sospechoso aportó datos para que, en la madrugada del sábado, los hijos del matrimonio fueran encontrados asesinados al costado de la Panamericana, a pocos kilómetros donde se encontraron los cuerpos de sus padres.

La principal hipótesis sobre el móvil de la masacre es la venganza contra los Mansilla y, en ese sentido, una de las pistas apunta a que los sospechosos saquearon la casa de las víctimas luego de capturarlas y antes de asesinarlas, ya que en ese lugar estaba parte del botín de un robo que reclamaban los Fernández.

En el marco de esa línea investigativa, el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, informó que Angel Fernández en 2005 había sido imputado por "tentativa de robo" junto a Rabago.

La hipótesis de la venganza ya había sido sustentada por el propio Cristian Fernández cuando se entregó y dijo que las víctimas habían sido asesinadas "por bronca personal".

Otra de las pistas que apunta a la venganza se basa en que los Mansilla habían declarado como testigos por el robo a una quinta cercana a la casa donde el matrimonio vivía e involucraron a los sospechosos ahora presos.

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