La policía terminó arrestando a uno de los sospechosos cuando sorpresivamente cayó del techo del gimnasio por donde intentaba escapar.
Es que el techo del gimnasio cedió por el peso del agresor, que terminó lesionado y quedó internado en el mismo hospital adonde habían derivado a los menores apuñalados.
Según fuentes policiales, el baile destinado a juntar fondos para los alumnos de dicha escuela no había sido autorizado por lo que no había custodia policial.