Estado: "El funcionamiento y producción de esos polos resulta en una muy baja calidad de vida para la población lindante y, aún más grave, en un serio riesgo para la saluda y seguridad de la misma", puntualiza
Analizando el caso de Palpalá, ciudad ubicada a 14 kilómetros de San Salvador de Jujuy, Mondino señala que una población de 48.000 habitantes reside en un área donde funcionan 47 fábricas, 16 de las cuales utilizan el plomo para sus procesos. El resto de los establecimientos también manipulan sustancias peligrosas, como el ácido sulfúrico y el octoborato de sodio.
Entre las consecuencias, el Defensor nacional consigna los síntomas padecidos por los pobladores, en particular dolor de cabeza, asma, presión elevada y picazón en todo el cuerpo. Los niños, en particular, sufren constantes dolores óseos y tienen un bajo rendimiento intelectual en
crecimiento: "La instalación de la fábrica de sulfúrico en Palpalá fue la gota que rebalsó el vaso ante problemas de fondo que arrastraba una población que sufre la falta de información y la ausencia de un sistema de control sistemático por parte de las autoridades".
Mondino exhortó al Gobierno de Jujuy para que convoque a la población a una audiencia pública destinada a informar y responder a todos los interrogantes y a "generar una comisión de trabajo multisectorial de donde surja el diseño de un plan de acción que garantice la reconversión ambiental y neutralice los riesgos e impactos individuales y colectivos existentes al día de hoy".
