Como ocurrió en otros casos (por ej. subtes, ferroviarios, Fate) las entidades gremiales madre -en este caso la federación del gremio de la Alimentación- son prácticamente forzadas, por los propios trabajadores, a asumir la defensa de sus pedidos y a que los hagan participar de las negociaciones.
En cuanto a la ex Terrabusi, tras el paro de diciembre fue dictada una conciliación obligatoria por el Ministerio de Trabajo. El jueves de la semana última durante una reunión previa a la de mañana un grupo de trabajadores marchó hasta Callao al 100 para acompañar a la comisión interna y seguir las alternativas desde la calle.
Los trabajadores autoconvocados no superaban los 30, incluidos unos siete con bombos y redoblantes. Lo curioso fue que estuvieron fuertemente custodiados por 32 agentes de la policía federal con la característica pechera naranja, 22 de la guardia de infantería de la misma fuerza, 2 motos, 1 patrullero y al menos 10 efectivos de civil.
Los manifestantes cortaron un sector de 20 metros, sobre uno de los tramos de la avenida Callao, levantaron estandartes, gritaron consignas y tiraron cohetes durante gran parte de la tarde. Todo el tiempo rodeados por la gran cantidad de efectivos.
Mañana continuará la conciliación obligatoria y según explico el titular de La comisión interna, Raúl Bogado, si no se llega a un acuerdo los trabajadores de la ex Terrabusi (Kraft) volverán a parar la planta de Pacheco.
Gustavo Camps