Kosten, durante los ensayos clínicos, cubrió con cocaína la parte externa de proteínas de cólera.
En respuesta, de acuerdo a lo señalado en el estudio científico, el sistema inmune produjo anticuerpos contra esa combinación, que reconocieron la forma activa de la droga.
Esos anticuerpos se integran a la cocaína y le impiden llegar al cerebro, donde se generaría la estimulación fuerte que la hace adictiva y deja sin efecto la ansiendad por consumir.