"El vuelo estaba bajo los controles aéreos franceses, que por alguna equivocación ubicaron a los dos aviones en la misma franja aérea", explicó el vocero de Aerolíneas, quien agregó que pese al "gravísimo error" de los controladores galos, "no hubo riesgo de colisión ni hubo maniobras extremas".
Las fuentes de AA aseguraron que en un informe interno que elaboró la compañía figura que el comandante advirtió que "hubo una alarma por la presencia de otro avión dentro del espacio aéreo" que venía en la dirección contraria.
Según Aerolíneas Argentinas, los aviones volaban a 700 metros entre sí y que el incidente "se resolvió con tranquilidad".
El diario inglés Daily Mail publicó, en su edición de hoy, que el 29 de septiembre último casi chocaron el avión argentino con un jumbo de BA, informó la agencia Ansa.
Según el matutino inglés, la nave británica -que había despegado del aeropuerto londinense de Heathrow y se dirigía a Johannesburgo, en Sudáfrica- tuvo que ganar altura rápidamente para evitar chocar con el avión de bandera nacional.
British Airways, citada por Ansa, confirmó que ese vuelo trasladaba a 292 pasajeros y a 18 miembros de la tripulación en tanto el avión de Aerolíneas.