edición 7360 - visitas hoy 88026

elcomercioonline.com.ar Noticias Zona Norte

Noticias Zona Norte

Un Directivo de empresa Nestlé resultó herido al estallar una carta bomba

Un directivo de la empresa Nestlé recibió esta mañana una poderosa "carta bomba" que le explotó en las manos y por la cual habría perdido un dedo, según las primeras versiones extraoficiales. Se trata de Cosme Veneziale, gerente de Sistemas de la compañía alimentaria, quien fue sorprendido por el estallido en su oficina, de Libertador 1835 en Vicente López.
El episodio se produjo a las 11 en el primer piso de la firma, ubicada en la avenida Del Libertador 1855, y la víctima fue el gerente de informática, Cosme Venecialle, de 47 años.

La explosión le causó a Venecialle el desprendimiento de la primera falange de uno de sus dedos y esta noche era operado en el Centro Médico Integral Fitz Roy del barrio porteño de Villa Crespo.

Previamente, fue asistido en el Hospital de Vicente López, donde también recibió curaciones porque sufrió importantes quemaduras en el rostro, el pecho y las dos manos.

"Cosme hace 22 años que trabaja en la empresa, es un especialista en informática. Ahora lo importante es que se recupere", dijo Hugo Cucarese, gerente de Comunicaciones de Nestlé.

"No tenemos ninguna hipótesis de por qué ocurrió esto. Nunca tuvimos problemas ni tenemos conflictos gremiales, vamos a esperar a ver qué dice la Policía", agregó.

Las fuentes explicaron que Venecialle no era el destinatario original de la correspondencia, sino que estaba dirigida a Cristian Antonello, otro miembro del sector de informática.

Antonello la recibió ayer luego de que un motoquero la entregara en la firma en un sobre blanco que tenía dos etiquetas: una con la inscripción "Oxford University Press" y otra con el nombre del ejecutivo.

Sin embargo, Antonello ayer sólo abrió el sobre y al ver que el libro venía envuelto con un papel celofán transparente cerrado al vacío lo dejó sobre el escritorio de su jefe.

Esta mañana, Venecialle comenzó a sacar el envoltorio y el libro explotó, pero el ejecutivo herido salvó milagrosamente su vida porque lo hizo parado, delante del escritorio y no recibió todo el impacto del estallido.

La explosión fue de gran magnitud, ya que la bomba dejó un agujero de 20 por 20 centímetros en el escritorio y rompió una silla que el gerente había colocado debajo de él porque acababa de levantarse.

Además, hizo desprender alguna placas de durlock del techo y dejó grandes manchas en las paredes que fueron recogidas con hisopos por los peritos para determinar qué explosivo se utilizó.

Lo que se pudo comprobar es que el dispositivo era de tipo casero y estaba armado con una batería de nueve voltios y alambres.

Con los trozos de papel que quedaron desparramados, los pesquisas vieron que, aparentemente, el libro era sobre la pobreza en países de América Central y hallaron el Número Internacional Normalizado para Libros (ISBN), una especie de huella digital de las publicaciones.

Esto permitiría a los investigadores determinar el origen del libro, ya que no tenía ningún sello postal.

Tras la explosión, comenzaron a sonar las alarmas y de inmediato, todo el edificio fue evacuado y los expertos de la Brigada de Explosivos de la Policía bonaerense revisaron el inmueble.

Hallaron otros dos sobres parecidos al que abrió el gerente con la ayuda de expertos de la Policía Federal que colaboraron con un equipo de rayos X y, tras verificar que no había peligro para los empleados, el edificio fue habilitado nuevamente para trabajar a las 16.

El caso es investigado por el fiscal John Broyad, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Vicente López Este, y por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro.

El fiscal tomaba esta noche declaración a varios empleados, entre ellos Antonello, para que explicaran si estaban amenazados por algún motivo o para intentar identificar a posibles sospechosos del atentado.

El jefe de la DDI de San Isidro, comisionado Juan Carlos Ghillino, dijo a la prensa que no se descartaba ninguna hipótesis.

El fiscal también está tratando de identificar con testimonios y con los videos de seguridad de la empresa al motoquero que ayer dejó el sobre con el libro explosivo.

Últimas Noticias