"Este anuncio del Uruguay representa un elemento de agravamiento de la controversia, un mensaje de desaliento a los esfuerzos de facilitación que tiene a bien promover S.M el Rey Juan Carlos de España, y una muestra de indiferencia a las inquietudes expresadas, en particular, por las comunidades argentinas adyacentes al recurso compartido sobre el que se proyecta el emprendimiento de Botnia", indica un comunicado oficial.
En el texto, se subraya que "la Cancillería argentina recibe con gran preocupación y desaliento el anuncio del Gobierno Uruguayo", referido al puerto por el que Botnia exportará al mundo su proyectada producción de pasta de celulosa.
Especialmente, la Cancillería hace notar que -mañana a las 11- asistirán a la inauguración el presidente Vázquez e invitados del gobierno de Finlandia para inaugurar una terminal que hace "al emprendimiento ilícito Orion" (Botnia).
"La Argentina considera que en circunstancias en que el citado emprendimiento de Botnia -promovido en violación de un tratado bilateral, el Estatuto de 1975- constituye el objeto principal de la controversia entre ambos países", remarca el comunicado.
Antes que el pronunciamiento del gobierno, diferentes voces en Argentina consideraron una "provocación" la presencia de Tabaré Vázquez en el acto organizado por la corporación Ontur, en la que Botnia es parte accionaria.
Tanto desde el gobierno de Entre Ríos, como de la asamblea de Gualeguaychú consideraron que la inauguración con la presencia de Vázquez "es una provocación más de Uruguay", en diferentes consultas hechas por Télam.
"Es una provocación y una violación más al Estatuto del río Uruguay, una más, como parte de la provocación permanente que es pública y notoria", afirmó el vicegobernador de Entre Ríos, Pedro Guastavino.
Por su parte, Jorge Fritzler, uno de los referentes de la asamblea de Gualeguaychú, refrendó los dichos de Guastavino y dijo que "todos los actos de Uruguay son provocativos".
En el gobierno nacional, en tanto, vienen siguiendo "cuidadosamente" los pasos que están dando tanto la gestión de Vázquez como Botnia, focalizando su atención en la demanda planteada ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Fuentes oficiales consultadas por Télam indicaron que Argentina "sigue confrontando a la política de hechos consumados de Uruguay con voluntad de diálogo".
De cualquier modo, apuntaron que "todos los elementos que se vinculan con la causa de fondo seguirán siendo compilados", refiriéndose a la denuncia por violación al Estatuto del río Uruguay en que incurrió el vecino país al autorizar emprendimientos pasteros en Fray Bentos.
Fuentes del Ejecutivo de Montevideo reconocieron a Télam que, por sobre la inauguración en sí, "se trata de la puesta en marcha del proyecto", a partir de que la empresa no prevé realizar una inauguración formal de la planta una vez que comience a funcionar.
Por tanto, el hecho ha afectado la sensibilidad de los sectores entrerrianos que rechazan a Botnia frente a Gualeguaychú, sobre márgenes del río Uruguay, al punto de que se esperan para mañana una serie de actividades de "protesta".
"Haremos una manifestación fluvial hasta el puerto, siempre en aguas argentinas; procuraremos cruzar a Uruguay por los diferentes pasos terrestres e incluso irá gente por Buquebús... No nos vamos a quedar con los brazos cruzados", comentó Fritzler.
El asambleísta aseguró que "todos los movimientos serán pacíficos, como es la característica de la asamblea de Gualeguaychú", pero el gobierno uruguayo desconfía y determinó que se refuercen "todas las medidas de seguridad".
Incluso, el intendente de Colonia, Walter Zimmer, declaró hoy a medios periodísticos uruguayos que si llegase a ver a algún "piquetero" (asambleísta) manifestando en proximidades del puerto de Nueva Palmira lo va a "denunciar".
Botnia está proyectada como una mega pastera, que producirá un millón de toneladas de pasta de celulosa al año, y constituye la inversión extranjera más importante que está haciendo Finlandia, pero Argentina asegura que "contaminará" la región.
Sobre este tópico, hace poco más de una semana se produjo un derrame de sulfuro de sodio en Botnia que frenó las obras, alertó al gobierno uruguayo y provocó nuevos reclamos formales e informales desde Argentina.
