Mauro Zárate, Ezequiel Lavezzi, Juan Pablo Carrizo, Oscar Cardozo, Ernesto Farías, Oscar Ustari, Gonzalo Bergessio, Daniel Díaz, Clemente Rodríguez, José Sosa, Mariano Pavone y Cristian Ledesma fueron figuras en la temporada anterior, pero partieron raudamente a clubes del exterior.
Dos flamantes campeones mundiales sub 20, el arquero Sergio Romero (fue vendido antes de que concluya el Clausura 2007) y el mediocampista Angel Di María, también se alejaron tentados por los euros.
Asimismo, promisorias apariciones en primera como Leonel Núñez y Cristian Llama, y baluartes del recientemente ascendido Huracán como Joaquín Larrivey y Mauro Milano, son otros cuatro ejemplos del éxodo masivo en el fútbol argentino.
Un promedio de 9 jugadores por equipo se fue en lo que va de la pretemporada 2007/08, mientras que 8 es la media de los futbolistas incorporados por cada club.
Constatada la incuestionable calidad de los jugadores que se fueron del país (emigró el 26 por ciento del total), el nivel de competencia del que provienen las incorporaciones de las veinte instituciones de primera división tampoco invita a pensar en que habrá un juego elaborado.
El 22 por ciento de los refuerzos procede de clubes que actuaron en el ascenso en la temporada pasada y otro tanto proviene de equipos extranjeros, pero que en muchos casos compitieron en segunda división.
En este rubro figuran, por ejemplo, Alejandro Delorte, de Brescia a Argentinos; Federico Nieto, del Verona a Huracán; Lucas Alessandria, del Ponferradina a Tigre y Enrique Seccafien, de la filial del Veracruz a Rosario Central.
En San Lorenzo se da el curioso caso de dos delanteros que se suman al plantel, con flojos antecedentes inmediatos: Germán Herrera viene de descender con la Real Sociedad y Bernardo Romeo llega sin haber tenido continuidad en el Osasuna.
Del 22 por ciento de las incorporaciones que proceden de clubes del exterior, más de la mitad proviene de ligas de países sudamericanos, de nivel marcadamente inferior a la argentina, como las de Paraguay (la gran mayoría), Uruguay, Venezuela, Colombia y Chile.
Y como si este panorama no fuera caótico, el 14 por ciento de los refuerzos procede de conjuntos que descendieron en la pasada temporada a la Primera B Nacional.
Por caso, Diego Torres pasó de Quilmes a Newell's; Leonardo Sigali, de Chicago a Lanús; Juan Manuel Herbella, de Godoy Cruz a Gimnasia de Jujuy y Matías Oyola, de Belgrano a Independiente.
El 42 por ciento restante de las incorporaciones se reparte entre la procedencia de otro club de primera y los regresos de jugadores que fueron cedidos a préstamo.
Gimnasia de Jujuy es el equipo que más intervino hasta el momento en el mercado de pases, con 14 desvinculaciones y 15 incorporaciones.
Si de "modelos para armar" se trata, además del equipo jujeño, Argentinos, Tigre, Olimpo, Arsenal y Huracán son los equipos que superaron la decena, tanto en la lista de los que "se fueron" como en la de los que "llegaron".
Con la oferta televisiva a tiempo completo, respaldada por la inminente medida de permitir el ingreso de únicamente la mitad del público visitante, los entrenadores deberán hacer verdaderos malabares para lograr que el producto sea atractivo.
Y habrá que rogar que Juan Román Riquelme se quede en el país, no tanto por lo beneficioso que eso será para los intereses de Boca Juniors, sino en pos de la permanencia del emblema del "fútbol-espectáculo", y para creer, aunque sea por 90 minutos, que la televisación no avasalla sólo por cuestiones económicas.
(Télam, por Claudio Quiroga)
