Según lo declarado por la familia a efectivos de la comisaría cuarta de Lanús, el chico estaba jugando mientras su mamá realizaba tareas doméstica y su padre, que trabaja como remisero, dormía en su habitación.
En un momento de descuido, el niño -que era fornido, hiperactivo y aparentaba más edad- se trepó a la parte más alta de un placard con una silla, agarró el arma y al gatillar se provocó una herida gravísima en la cabeza.
A poco de ocurrido el hecho, los padres llamaron a una ambulancia y el niño fue llevado, alrededor de las 13.15, hacia el Hospital Evita de Lanús en estado desesperante.
Voceros del centro de salud aseguraron que pese a la atención de los médicos, el niño murió a las 13.50 y los padres aguardaban la entrega del cuerpo para inhumarlo. (Télam)