El ex presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Miguel Ángel Pesce, advirtió que la economía argentina atraviesa un nuevo récord de fuga de capitales, que estimó en US$ 23.000 millones hasta septiembre.
En declaraciones a Splendid AM 990, Pesce explicó que “esta situación se viene dando desde el acuerdo con el Fondo en abril” y precisó que “en octubre la cifra fue similar a la de septiembre, unos US$ 6.000 millones”.
El economista señaló que esta demanda extraordinaria de divisas agrava la situación cambiaria, dado que “la balanza no alcanzaba para las operaciones regulares”.
Según Pesce, el impacto de la fuga de capitales se suma a la persistente escasez de dólares, producto de un saldo comercial bajo, inferior a US$ 1.000 millones mensuales, un nivel que “no es suficiente ni para pagar los servicios reales”.
Ante este panorama, el país se ve obligado a “recurrir al financiamiento, endeudamiento, uso de reservas y demás cuestiones”, explicó el ex funcionario.
Pesce indicó que, además de la fuga, el sistema cambiario enfrenta presiones adicionales derivadas de políticas del Gobierno nacional, como la flexibilización de los viajes al exterior y las importaciones directas a través de courier. En ese marco, fue categórico: “La balanza cambiaria no aguanta esto”.
El ex titular del BCRA también criticó la falta de atención a la economía real y las demoras en proyectos estratégicos, al señalar la postergación de la segunda etapa del gasoducto Néstor Kirchner y el retraso en obras de infraestructura que permitirían exportar el petróleo de Vaca Muerta. Según detalló, esas obras “recién van a estar operativas a fines del 26 y completamente en uso a fines del año 27”.
En medio de esta escasez de divisas, Pesce descartó las propuestas de dolarización, al calificarlas de inviables por la falta crítica de reservas internacionales. Estimó que se necesitarían entre US$ 42.000 y US$ 50.000 millones para respaldar una medida de ese tipo.
Explicó que la dolarización requeriría cubrir tanto la moneda circulante —unos US$ 16.000 millones— como los depósitos bancarios, que ascienden a US$ 86.000 millones. Por eso, fue contundente: “No hay manera de dolarizar, salvo que se quiera hacer un salto al vacío o provocar una devaluación fuertísima”.
Finalmente, recordó que la iniciativa enfrenta barreras legales, dado que “en septiembre de 2023 la Corte Suprema la declaró inconstitucional”. Pesce citó que la Constitución Nacional establece que “el Estado fija el valor de la moneda y su relación con las otras monedas” y que la existencia del Banco Central es obligatoria desde la reforma constitucional de 1994.

