Un estudio privado realizado por la consultora LCG reveló que el precio de los alimentos ha experimentado un aumento del 8% en las últimas cuatro semanas, desde la última semana de abril hasta las tres primeras de mayo. Este incremento se suma al ritmo creciente que ha mantenido en períodos anteriores.
El informe de la consultora indica que el aumento promedio en dicho período fue del 8,6%, aunque se observa una disminución del 0,6% en la comparación "punta a punta". En la tercera semana de mayo, se registró un aumento del 1,28%, lo que representa una desaceleración de 2,3 puntos en comparación con el período anterior.
Es importante destacar que este relevamiento aún refleja el impacto de la subida del dólar "blue" a fines de abril, cuando rozó los $500. Sin embargo, existe una diferencia significativa con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), ya que su muestra oficial ya ha incorporado esas subidas y no las volverá a contabilizar en su próximo informe.
En lo que va del mes de mayo, según la consultora LCG, los alimentos acumulan un aumento del 6,1%, y aún resta más de un tercio del mes para completar el análisis completo.
En cuanto a los rubros que más han aumentado, destaca el segmento de "comidas listas para llevar", con una variación del 12,9%. Esto se debe tanto al aumento de la materia prima como al ajuste en los servicios públicos. El segundo segmento de mayor aumento es el de lácteos y huevos, con un 10%, seguido por las carnes (9,8%), verduras (8,9%), condimentos (7,5%), bebidas (6,6%), panificados (6,1%) y azúcar (5,4%).
Desde la consultora LCG señalan que "los aumentos estuvieron concentrados en una menor cantidad de productos, pero fueron más relevantes que la semana anterior". El estudio se basó en los precios de 8 mil alimentos y bebidas ofrecidos en cinco supermercados, con un corte semanal los días miércoles.
Este incremento en los precios de los alimentos representa un desafío para los consumidores, quienes deben afrontar un mayor costo en su canasta básica. Además, genera preocupación sobre el impacto en la inflación y el poder adquisitivo de los hogares argentinos.
La situación requiere de un monitoreo constante y la implementación de medidas para garantizar el acceso a alimentos a precios justos y asequibles para la población.
