El incendio ocurrió el viernes a la madrugada, en una zona cercana a un country, sobre la calle Yrigoyen, casi en el límite con el partido de Merlo cuando una estufa utilizada para calefaccionar la casa se prendió fuego y generó la tragedia.
La familia sepultó hoy a las nenas en el cementerio del barrio porteño de Flores y anunció que llevará el caso al consulado y la embajada de Bolivia porque incluso sospechaban que las nenas podían haber sido sometidas a operaciones no consensuadas por la madre, más allá de la autopsia.
Allegados a la familia denunciaron que a una de las nenas “le faltaban los ojitos y tenía cortado el cráneo”.
Fuentes de bomberos señalaron que el incendio se produjo el viernes a la madrugada y destacaron que cuando llegaron las autobombas “ya no quedaba nada” y que “un patrullero ayudó a trasladar a las nenas”.
La madre de las víctimas relató hoy, durante las exequias, al canal de noticias Crónica TV que sus hijas de “5, 3 y un año” murieron tras el incendio y aseguró que llegó al hospital con las nenas “agonizando” pero, remarcó, “no les di permiso para que tocaran su cuerpo”.
“Debían decirme vamos a hacer tal o cual cosa”, en alusión a una posible donación de órganos que según la legislación nacional vigente es de consentimiento presunta.
La mujer aseguró que al personal que la atendió “les dije bien claro no van a tocar nada”.
Respecto del incendio, comentó que dejó a las niñas “dormidas” en su casa y pasó “un ratito al otro lado, mi hermanita prendió la estufa porque hacía frío” y a los “quince minutos” regresó.
Pero, dijo: “cuando entré al cuarto, estaba todo oscuro. No se qué pasó. Intenté salvarlas, les soplé a la boca y las tres reaccionaron. Estaban muriendo”.
“Toda la gente del barrio vino rápido”, destacó la mujer y señaló que “llamaron a las patrullas y la ambulancia, tardaron hora y media y la ambulancia no llegó para nada”.
Tras resaltar que hasta el hospital las “llevó la policía”, dijo que entonces sus “hijas seguían con vida, las dos más pequeñas estaban agonizando, la mayor medio fría llegó al hospital”.
En el centro de salud, indicó, le dijeron primero que “se estaban recuperando pero me dijeron salí, salí. No me querían explicar nada, solo dos doctores estaban. El resto desapareció”.
“Me dijeron tus hijas fallecieron”, acotó y remarcó que a la más pequeñita “estaba tratando de mirar, la desvistieron y como un animal me la mostraron. Eso me dolió”.
Allí, añadió, “tenían que salvar a mis hijas”.
Un allegado a la familia aseguró que mañana dará intervención la diplomacia boliviana en el caso porque “al ponerles la ropita (a los cadáveres para el velatorio) vimos que les faltaban los ojitos y estaba cortado el cráneo, croe que no tiene sesos”.
“Si hubieran muerto por asfixia tendría que haber un corte acá (por el tórax), eso hubiese sido lo normal”, añadió.
El hombre aseguró que se dará “participación a la embajada y el consulado porque no podemos dejar a una mamá de esta manera sin que sepa qué pasó con sus tres hijitas. Esto tiene que ver con la dignidad del ser humano, se fueron tres criaturas y la mama no dio permisos para nada”.
Vamos a “pedir la exhumación de los cadáveres, a través de embajada y consultado, para tener otra respuesta. Para nosotros es muy preocupante el tema”, añadió otro de los allegados.
También se quejó por el trato irregular en el cementerio de Ituzaingó donde, afirmó, “nos piden 3.500 pesos por cada angelito” y pese a que pagaron “10.500 pesos, no nos da la factura y hoy, con tufo a alcohol, nos dice que podíamos ir mañana o pasado”.
“Querían enterrar a las nenas en distintas tumbas y nosotros compramos para tres”, acotó y explicó que por eso fueron a Flores.
