Ante este panorama, decidieron llevarla una vez más su vieja escuela pero esta vez con un iPad en la mochila con el objetivo de grabar todo lo que pasaba durante el día. En el audio, que dura cuatro horas, se pueden escuchar tres voces -“Yanina, Noelia (ambas maestras) y Noemí (una de las dueñas)”, según Valeria, madre de un nene que asiste al jardín- que obligan a los infantes a comer, los insultan y se oyen ruidos que parecieran ser golpes. Mientras, de fondo, el llanto de los chicos.
"Cállate Catalina, cállate, guay que vayas a decir cualquier huevada a tu casa". "¿Podés sacar el cuaderno en lugar de ponerte a boludear? Deja de gritar, cállate. Deja de gritar (de fondo se escuchan a los nenes llorando). ¿Querés ir a la pileta? Bueno, ¡Callate!, ¡Callate!", son algunos de los improperios que se escuchan en la grabación reproducida por el canal Todo Noticias (TN).
Los 16 padres afirmaron que notaban comportamientos extraños en sus hijos –como, por ejemplo, que vomitaban todos los días antes de ir al jardín, dolores de panza frecuentes, juegos agresivos y pesadillas constantes- pero que lo achacaban a caprichos típicos de chicos de esta edad.
“Mi hijo tiene miedo al agua, nunca le paso. Una nena dice que cuando los chicos se portan mal le hundían la cabeza en una pelopincho”, denunció Valeria en el canal C5N, y agregó: “Estaba a la defensiva, decía todo el tiempo 'no, no, no', lloraba antes de entrar al jardín, pero todo lo tomábamos como caprichos”.
Según informó la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, “Tribilín” no contaba con una autorización para funcionar como institución educativa ya que, desde 1996, el establecimiento figura con un "cierre técnico pedagógico". De hecho, el instituto estaba inscripto como una "casa de fiesta" y durante el verano funcionaba como una "colonia de vacaciones".
Lo que llama la atención es que el jardín de infantes recibe chicos desde hace 17 años sin habilitación y, aparentemente, nunca habría recibido una inspección para controlar que todo esté en orden. Una vez conocida la noticia, la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada confirmó que enviará hoy inspectores para corroborar la situación y explicarles a las autoridades cuáles son las dos alternativas a seguir: adecuar el centro a las normativas vigentes para regularizar su funcionamiento; o, afrontar las denuncias penales que la cartera presentará en su contra en caso de no regularizar su situación.
