Mientras delegados denunciaron que los efectivos comenzaron a reprimirlos, la empresa difundió un comunicado en el que afirmó que los hechos se desencadenaron luego que algunos de los despedidos "ingresaran por la fuerza" y "atacaran con palos y lastimaran" a policías.
En el comunicado la compañía afirmó que la presencia policial en la fábrica se debió a "órdenes emanadas de la Justicia, tendientes a proteger al personal del accionar violento y delictivo de este minoritario grupo de despedidos y así permitir que el establecimiento retome su normal funcionamiento".
También se afirmó en el comunicado que la causa de los 150 despidos fueron los "graves hechos de violencia denunciados ante la justicia penal y las autoridades competentes en materia laboral".
Además se sostuvo que luego de los incidentes generados en el interior de la planta, "en una recorrida que las autoridades de la empresa efectuaron por las instalaciones, se encontraron elementos inflamables, gomeras, tornillos, botellas plásticas con elementos combustibles y acopiados ilícitamente por ellos para ser utilizados posteriormente en hechos vandálicos contra los equipos y el personal".
"Efectuada la constatación pertinente -agrega-, todo el material fue puesto a disposición de la justicia interviniente en estos gravísimos hechos". Por su parte los delegados, uno de los cuales mostró ante las cámaras de TN una herida de bala de goma en su frente y varias cápsulas servidas, dijeron que cuando entraron a la planta "en cumplimiento de la conciliación obligatoria" de inmediato los policías que estaban en el interior, que cuantificaron en alrededor de medio centenar, "comenzaron a disparar balas de goma hasta a compañeros que estaban en el comedor".
"Es inconcebible que la policía, en vez de garantizar la orden del gobierno nacional de conciliación, responda al pedido de la empresa de reprimir", agregó el delegado.
Otro miembro de la comisión interna, Ramón Bogado, relató a radio Continental que los policías reprimieron con "gases lacrimógenos y balas de goma" tanto a los familiares que estaban fuera de la planta como a los obreros que se encontraban en el interior.
Advirtió que dentro del predio había cuatro carros de asalto, así como medio centenar de policías en el interior de la planta más otro tanto que rodeaba su perímetro.
Denunció que la prohibición a los despedidos de ingresar "viola la conciliación obligatoria que ordenó que volvieramos a nuestros puestos de trabajo" mientras continúan las negociaciones.
Los delegados afirmaron que la empresa planea seguir despidiendo a sus trabajadores y anunciaron que hoy permanecerán en la planta a la espera de que se presenten autoridades del sindicato que los agrupa.
También dijeron que planeaban para esta semana "una marcha a la Quinta Presidencial de Olivos para que la Presidenta" Cristina Kirchner quede al tanto de la situación en la fábrica de galletitas.
En tanto fuentes policiales consultadas con DyN confirmaron los incidentes pero minimizaron su importancia.