Hernández conducía su camioneta Daewo en sentido norte, hacia su casa de General Pacheco. Pero se quedó sin nafta y en el kilómetro 23 se detuvo en la banquina. "Al descender, un camión que venía circulando a excesiva velocidad invadió la banquina, impactó el lado izquierdo de la camioneta y lo atropelló. El golpe fue tan fuerte que proyectó su cuerpo sobre la banquina a más de cuatro metros", dijo a Clarín el abogado de la familia, Gregorio Dalbón.
Al lado del cuerpo de la víctima quedó el espejo del camión. "Con las imágenes de las cámaras del peaje de Pilar, buscamos camiones de ese porte. La cámara no alcanzaba a precisar la patente por estar borrada", agregó Dalbón.
Finalmente en Oberá, provincia de Buenos Aires, se encontró al camión que pertenece a la empresa de transporte denominada Transporte Hernán S.A. "A pesar de haber pintado el camión de distinto color, raspando la pintura se probó que se trataba del mismo que había matado a Hernández. Además, el espejo encontrado en el lugar del hecho poseía el mismo número de serie que del lado opuesto", concluyó Dalbón.