Por Mariela Blanco (periodista y analista de medios de la consultora Ejes de Comunicación).
Sólo en los diarios editados en la Capital Federal, el tema de la pobreza ocupó 16.390,53 centímetros cuadrados exactos de superficie de página, una montaña de 32 notas hechas papel de diario que muchos necesitados habrán vendido al peso para llevar el pan a sus casas. Y los principales diarios del resto del país no se quedaron atrás: vaya a saber cuántos indigentes se habrán resguardado del frío con los 24 artículos que hablaron sobre ellos sin nombrarlos, sin mostrarlos. En total, los términos "pobre" y "pobreza" aparecieron 56 veces en los titulares de la prensa escrita como si la carencia de recursos para satisfacer las necesidades básicas de los argentinos fuera una novedad. El concepto, no obstante, tuvo como valor esencial que lo dijo el Papa, pero no constituyó en sí una auténtica primicia, ya que el diagnóstico de inequidad esbozado por el Sumo Pontífice fue simplemente un apoyo a conceptos anteriores esgrimidos por el arzobispo de Buenos Aires y presidente del Episcopado, cardenal Jorge Bergoglio.
Después de los diarios, los medios audiovisuales se ocuparon de relocalizar el debate y así, por su popularidad mediática, Bergoglio se convirtió en la Nazarena Vélez de la Iglesia. Contundente fue la opinión de su ex vocero, el padre Guillermo Marcó, quien señaló por Radio Rivadavia que "la crítica del Papa no es sólo a este gobierno sino a todos los gobierno". Más tarde, por FM Blue, Marcó profundizó el análisis y sostuvo que "a la política le sirve la pobreza porque cuando los políticos recorren los lugares en campaña, lo que alientan es que el país va a estar mejor y las cosas van a cambiar".
Pero pasó San Cayetano y un fuerte viento proveniente del Sur trajo a la consideración pública las facturas de luz y gas y así fue como ya esta semana se erradicó la pobreza, pero de la tapa de los matutinos.
Por Mariela Blanco (periodista y analista de medios de la consultora Ejes de Comunicación).