El informe destacó que "la dispersión de pronósticos políticos y económicos continúa incentivando el ahorro en detrimento del consumo, y el público no quiere endeudarse y sigue gastando lo necesario".
CAME citó como ejemplo al rubro Electrodomésticos, que marcó el boom de consumo del ciclo de crecimiento 2003-2007, y finalizó abril con una caída de 14,7 por ciento interanual, "sin mostrar reacción frente a las ofertas y planes del mercado".
Además indicó que el calor -que se extendió mucho más de lo esperado-, perjudicó muy fuerte la venta de todos los rubros dependientes de la temporada como calzados, indumentaria y marroquinería. Las bajas de abril estuvieron encabezadas por los sectores de Joyerías (22,6%); Calzado (22,2%), e Inmobiliaria(20%).
El único rubro que logró escapar a la tendencia declinante de la demanda fueron el de Farmacias que se mantuvo estable en relación a abril de 2008, impulsado por la venta de antigripales que evidenció "un verdadero boom de pedidos".
Al respecto, se puntualizó que "entre el dengue que empujó la venta de repelentes, y la gripe porcina que empujó la demanda de antigripales,los comercios lograron mantener las cantidades vendidas en los mismos niveles del año pasado". El detalle de las bajas por rubros es el siguiente: Indumentaria (19,9%), Materiales para la Construcción (16,3%), Relojería (15,8%), Bijouterie (15,3%), Muebles del Hogar (15%), Electrodomésticos (14,7%), Marroquinería (12,9%), Bazar y Regalos (12,1%), Muebles de Oficina (12%).
Le siguen en orden descendente los rubros Deportes (11,7%), Juguetería (10,7%), Perfumería (10,6%), Materiales Eléctricos (10,5%), Ferretería (9,9%), Golosinas y Gaseosas (8,2%), y Alimentos y Bebidas(2,5%).
CAME explicó que la contracción de ventas de 'Alimentos y Bebidas', impactó principalmente sobre los "comercios más chicos", que se perjudican por los descuentos que ofrecen en determinados días los grandes supermercados, y acotó que "sigue firme la demanda de segundas marcas, que con precios más económicos, permiten reducir el costo de la canasta básica de las familias".
CAME remarcó que para los próximos meses, las expectativas de los empresarios "no son buenas".
"Se estima que hasta el 28 de junio la situación del mercado no cambiará y la incertidumbre marcará el pulso del consumo" señaló, y advirtió que "la rentabilidad está en franco deterioro, muchas empresas ya trabajan a pérdida y los recursos para hacer frente a esta parálisis, se van agotando".