Sus 1,50 metros y 48 kilos son engañosos para esta judoka, cuya principal virtud es ser una "corajuda que va al frente", tal como la definió su entrenador, Carlos Denegri.
"Acá hay que dejar todo, porque entrenamos cuatro años para esto. Así que voy a estar con todas las pilas para la competencia", aseguró la joven que vive en Tigre, estudia medicina en la Universidad de Buenos Aires y se entrena en Estudiantes de La Plata.
Para Paula, la experiencia de compartir su vida en la Villa Olímpica con figuras como Las Leonas, 'Manu' Ginóbili o Nalbandian todavía le parece un sueño.
"Esto es algo único, estamos todos juntos y vivimos en el mismo edificio, que tiene las banderas argentinas gigantes. Esto me encanta", exclamó.
"Espero no sentir nervios, porque hasta ahora traté de manejarlos. De todos modos, me beneficia pelear primera, porque si hubiera tenido que esperar hasta los últimos días, la ansiedad hubiese sido insoportable. Estoy muy contenta y voy a dejar todo", concluyó.