“Esta es una linda manera de mantener las raíces. San Isidro no sería lo que es sino fuese por los inmigrantes. Pero esto también es futuro porque ahora sus descendientes siguen sus tradiciones”, dijo Posse después del acto central.
Al mediodía, las familias organizaron un almuerzo “a la canasta”. Además hubo una gran feria con productos regionales como quesos saborizados, salamines, panes caseros, aceitunas, frutos secos, entre otros.
Con la bolsa de compras en la mano, Ariel Trappano que fue con su familia, contó: “Venimos todos los años, esto me parece bárbaro. Pasamos un lindo día, comemos comida regional, y escuchamos muchas historias y anécdotas”. María del Carmen Rivero, que fue con una amiga, sostuvo: “Está buenísimo, hay comida rica y mucho sol”.
El ambiente era muy familiar y el aire olía a asado. De fondo, toda la tarde sonó música italiana. El presidente de la Asociación Calabresa Virgen del Pettoruto, Alejandro Di Giovanni, afirmó: “Es un encuentro muy emotivo porque se reúnen compatriotas y fieles de todo el país. Es un espacio para agradecer a la Santa Patrona y una forma de mantener la identidad y transmitirla a los chicos”.
Para Octavio Amabile el aniversario de la Virgen es una forma de revivir sus raíces junto con su hija. “Es hermoso, es muy especial para mí porque mis viejos son calabreses y me enseñaron esto; es una tradición que pienso seguir porque acá los veo disfrutar como lo hacían en Italia. Ahora mi hija lo vive como lo viví yo de chico”.
Con cantos y bailes típicos, la jornada terminó pasadas las 20, después de un sorteo y show de fuegos artificiales. Más tarde, escoltada por una caravana, la imagen de la Virgen volvió a la capilla de la Madonna del Pettoruto.