Allí destacó que "la preocupación que existe en el sector se fundamenta en que las empresas, en su mayoría pymes, podrían quebrar debido a que la mayoría no cuenta con capacidad financiera para respaldar los trabajos contratados por el Estado provincial".
Asimismo, advirtió que "esto podría también significar la paralización de obras y la pérdida de empleos en el sector, ante la imposibilidad de los empresarios de sostener sus empresas".
Remarcó que "para las pymes de la construcción es indispensable tener certezas en lo atinente al pago de las deudas que el Estado provincial mantiene con las empresas por las obras ejecutadas en el 2009 y las que están en ejecución". Indicó que "a la muy cuestionable solución de pagar con bonos parte de la deuda de 2009, ahora se le suma la posibilidad de una nueva emisión de títulos por 600 millones de pesos para completar los pagos del año pasado".
También señaló que "a la incertidumbre de cómo piensa la Provincia resolver el pago de los trabajos vigentes, debe sumarse las enormes diferencias del sistema de ajuste de los contratos, llamado redeterminación de precios, en el que se verifican defasajes anuales importantes entre los aumentos reales de los insumos y lo que reconoce el gobierno bonaerense".
"Por ejemplo en un período de un año para una obra de arquitectura la redeterminación refleja solamente 30 por ciento del aumento real, y para una obra de infraestructura, 40 del aumento real", precisó Marín.
Sostuvo que "las pymes de la construcción están preparadas para ejecutar obras y no para financiarlas, ya que no son entidades financieras".
