Pero el ex Vélez jugó "muy livianito", no pudo hacerse de la pelota ni pesar en el armado.
Tampoco logró conectarse con los delanteros y, para colmo, Ever Banega se fue muy temprano por un golpe del ex Boca Gustavo Pinto, así que salvo Jesús Dátolo, no tuvo con quien comunicarse futbolísticamente.
Por eso cada acción ofensiva del conjunto auriazul fue generada inevitablemente por Rodrigo Palacio, que se retrasaba unos metros para hacerse del balón y luego encaraba por lo costados, aunque carecía de receptores por el medio.
Entonces el bahiense, que a fin de año posiblemente se vaya al Olympique Lyon francés, también intentaba por el centro, descompensando a los zagueros visitantes con su juego vertical.
Ya a los 8 minutos el bahiense avisó que sería clave en la derrota de sus conciudadanos al abrir el marcador con un toque sutil.
Esto le simplificó la tarde a los 'xeneizes', porque se sacaron rápidamente la presión de encima respecto de como llegar al primer gol.
Claro que esta circunstancia, positiva para los boquenses, se tornó negativa para el espectáculo, porque Boca cayó en una abulia muy particular, dejándose llevar por la impotencia de su rival.
Así se diluyó el primer tiempo y de la misma manera se inició el segundo, con Palacio intentando por todos lados, obligando a la expulsión de Matías Villavicencio por falta de último recurso y generando un penal cometido por Carlos Navarro Montoya, de buena tarea, que Martín Palermo transformó en la segunda conquista de su equipo sobre el final, aunque con un tiro defectuoso.
¿Qué hubiese sido hoy de Boca sin Palacio? Esa fue la pregunta con la que se fueron de la Bombonera los hinchas de Boca, mojados por una lluvia pertinaz y preocupados porque como ante Colón en la fecha anterior, ven que el equipo no funciona.
Y para peor, desde el banco el técnico Miguel Angel Russo tampoco les ofrece respuestas tácticas ni le imprime al equipo un estilo de juego que lo identifique.
Todo esto parece contrarrestarse con el simple hecho de que Boca sigue primero, pero lo concreto es que en un campeonato empobrecido, el 'xeneize' gana, como hoy, simplemente por el peso de su camiseta. Y porque tuvo a Palacio.
- Síntesis -
Boca Juniors: Mauricio Caranta (6); Hugo Ibarra (7), Jonatan Maidana (6), Gabriel Paletta (6) y Juan Angel Krupoviesa (6); Pablo Ledesma (6), Ever Banega (6) y Jesús Dátolo (7); Leandro Gracián (6); RODRIGO PALACIO (8) y Martín Palermo (6). DT: Miguel Angel Russo.
Olimpo: Carlos Navarro Montoya (6); Carlos Araujo (5), Matías Villavicencio (5), Javier Páez (6) y Christian Tavio (5); Martín Wagner (5), Rogelio Martínez (5), Gustavo Pinto (5) y Sebastián Dubarbier (5); Angel Morales (5); Josemir Lujambio (5). DT: Guillermo Rivarola.
Gol en el primer tiempo: 8m. Palacio (B).
Gol en el segundo tiempo: 40m. Palermo (B), de tiro penal.
Cambio en el primer tiempo: 22m. Battaglia (6) por Banega (B).
Cambios en el segundo tiempo: 22m. Barrado por R. Martínez (O), 31m. Cardozo por Gracián (B), 35m. Olivi por Morales (O), 39m. M. Martínez por Dubarbier (O), 43m. Boselli por Palermo (B).
Incidencia: 29m. del segundo tiempo expulsado Villavicencio (O).
Cancha: Boca Juniors.
Arbitro: Sergio Pezzotta (mal, dirigió de lejos y falló demasiado). (Télam)
