El alza del impuesto a los carburantes, que debía entrar en vigor el 1 de enero, fue el detonante de las protestas de los llamados "chalecos amarillos", un movimiento atípico, que nació en las redes sociales, sin líder ni estructura.
El movimiento ha ampliado sus reivindicaciones y reclama ahora una mejora del poder adquisitivo, una reducción general de los impuestos, un incremento de las pensiones, entre otros.
El alza del impuesto a los carburantes no se aplicará "antes de ser discutida por todas las partes implicadas", precisó Philippe, quien anunció una concertación a nivel nacional entre el 15 de diciembre y el 1 de marzo.
La concertación movilizará a organizaciones sindicales y patronales, oenegés, autoridades locales y diputados, precisó Philippe durante un discurso retransmitido por televisión.
"Hay que estar sordos" para "no escuchar la cólera" de los franceses, agregó el primer ministro francés. AFP-NA.