Pero el miércoles, un vuelo de Southwest Airlines que partía de Luisville, en el estado de Kentucky, fue evacuado luego de que el celular Samsung de un pasajero comenzara a echar humo.
El propietario del dispositivo, Brian Green, dijo al sitio web de noticias tecnológicas The Verge que el teléfono había sido reemplazado, y que lo recogió el 21 de septiembre. Además, mostró una imagen de la caja, que tenía un cuadro negro que indicaba que había sido reemplazado.
Alrededor del 60% de los consumidores estadounidense había cambiado sus aparatos por los reemplazos a finales del mes pasado.
The Verge indicó que Green había apagado el teléfono a la hora de despegar, una información que The New York Times confirmó a través de testigos.
El daño sufrido por el dispositivo era tal que un responsble de bomberos no pudo verificar de forma independiente el modelo del teléfono, según ABC News.
“Hasta que no recuperemos el dispositivo, no podemos confirmar si el incidente se produjo con un nuevo Note”, señaló Samsung en un comunicado.
El retiro sin precedentes de los celulares Galaxy Note 7, el primero de este modelo insignia de Samsung, supuso un golpe para la reputación del gigante electrónico surcoreano, el fabricante de teléfonos más grande del mundo.