En el mensaje interno que el club envió a sus socios, la comisión interna señaló: “Nos gustaría reflexionar con ustedes el lamentable suceso ocurrido el sábado anterior, que tiene a nuestro querido club en el foco de los portales de noticias”.
“Muchas veces durante su carrera deportiva en el club sus entrenadores, managers o dirigentes les dicen que ser jugador o jugadora les crea una identidad y a su vez un compromiso, que es llevar el buen nombre de ser de Olivos”, expresó el comunicado.
“Tenemos que entender que todo lo que hacen en actitudes positivas, como juntar mercadería para hacer cajas navideñas o juntar artículos de librería para hacer cajas y donarlas a gente del municipio que las necesitan mucho, juntar dinero para hacer un predio deportivo de los mejores de Sudamérica o juntarse para localizar a Lucas, que estaba perdido, se empaña por esta lamentable noticia”, se sostuvo en la misiva.
“Ustedes saben tanto cómo nosotros que Olivos no merece ser noticia por este hecho, porque a lo largo de estos 89 años de historia hubo muchísima gente que colaboró desinteresadamente por un club mejor. Trabajemos internamente para que esto no vuelva a suceder”, reclamó.
La carta a los socios concluyó: “Queremos aprovechar por este medio para repudiar el hecho y solidarizarnos con la familia de John Little, deseándole una pronta recuperación, para que siga llevando su vida normal”.
En tanto, el joven de 26 años agredido, que juega al futsal en el club Defensores de Olivos, contó a través de las redes sociales cómo fue lo ocurrido a la salida de la disco House.
“No queríamos pelear, de hecho, sólo nos pegaron ellos. Eran rugbiers, cuando salían nos empujaron, les preguntamos por qué y nos vinieron a pegar”, relató el joven agredido a sus amigos del club.
Nahuel Fernández, amigo de la víctima y testigo del hecho, le dijo a un matutino porteño que “uno de los rugbiers apareció por atrás y le pegó una piña de costado a John. Él no llegó a advertir lo que estaba por pasarle”.
Asimismo, dijo que en ese momento cuando John se cayó al piso empezó a llorar. “El golpe fue tremendo”, remarcó el chico, que declaró e identificó a los atacantes.
Sebastián Bertalot, otro de los jóvenes que estuvo esa madrugada en House, afirmó que la agresión la empezaron y la terminaron los rugbiers.
“Nosotros les repetíamos que no queríamos problemas. A ellos no les importaba nada”.
“Primero, arrancaron con cachetazos en la nuca a John y a otro de los jóvenes que se llama Julián. En un patio delantero que tiene el boliche, vimos a un patovica y le pedimos ayuda para que los parara. Pero no nos hizo caso y nos dijo que saliéramos. Estos chicos, que eran entre 6 y 7, continuaron con los insultos. Y uno de ellos, le pegó una trompada en la boca a Julián”, agregó.
Dijo que intentaron a correr hacia el auto, pero dos de ellos fueron alcanzados por los agresores. John fue el más golpeado ya que sufrió fractura de cráneo y un edema en el cerebro. “Por suerte, está mejor. Ahora lo pasaron de terapia intensiva a sala común”, contó.
