Los cinco hermanos de entre 7 meses y 10 años que fueron abandonados por sus padres y familiares en la localidad de Villa Bosch, partido de Tres de Febrero, "no volverán con su familia hasta que no esté garantizado que puedan ser cuidados", afirmó hoy a Télam la directora de Niñez y Adolescencia bonaerense, Pilar Molina, y sostuvo que "el foco está en garantizar los derechos" de los chicos.
"Los niños están en situación de adoptabilidad, tienen una medida de abrigo por la extrema vulnerabilidad que implicó el abandono; la familia es prioritaria pero la familia entendida en un sentido amplio que incluye a personas que incluso pueden no tener vínculo biológico", explicó la funcionaria.
"Nosotros garantizaremos el derecho de los niños a ser oiídos, que ellos digan qué sienten, que opinan", indicó.
Los cinco hermanitos están en un "Hogar Convivencial", con niños de su misma edad y, según detalló Molina "están bien, contentos y han participado en las actividades del hogar".
"Los dos más pequeños, de 7 meses y de dos años, tenían un cuadro de broncoespasmo y están con seguimiento pero están bien", aseguró.
Explicó que "algunos de los niños han preguntado por su mamá pero no con preocupación; y todos han manifestado que quieren seguir yendo a la escuela".
"Se abre ahora un período de 90 días, prorrogable a 180, donde se realizarán entrevistas a los adultos que se acerquen, y también cruzaremos información con la Ciudad de Buenos Aires", precisó y apuntó que "hay hermanos mayores pero de otros papás, y una abuela de éstos hermanos".
Molina contó que la madre de los cinco niños "apareció en un primer momento cuando intervino la comisaria local, pero no tuvo contacto con los chicos".
Ayer por la tarde, una humilde mujer de entre 30 y 40 años se hizo presente en el Hospital Carlos Bocalandro del partido bonaerense de Tres de Febrero y dijo ser la madre de los cinco niños que ya habían sido trasladados desde allí a una casa de convivencia de Quilmes, según dijeron fuentes de ese centro de salud del oeste de conurbano.
Cuando los dos guardias de la recepción le informaron que los chicos ya no estaban allí y que debía ir hasta la comisaría de la zona, la mujer se retiró del lugar en un carro tirado por dos caballo en el que también se trasladaban un hombre y un niño.
El traslado de los cinco pequeños a la "Casa de Abrigo" fue dispuesta por la justicia de San Martín y por la Dirección de Niñez y Adolescencia bonaerense.
Por su parte, la jefa de Escuelas del distrito de Tres de Febrero Adriana Munda, afirmó que fue la justicia la que realizó las derivaciones que correspondían para atender la situación de los pequeños. "Nuestro trabajo es acompañar y ponernos a disposición de la justicia para todos requerimiento que sea necesario", apuntó la directiva docente.
Por su parte la directora de la Escuela 35 de Villa Bosch a la que concurren dos de los cinco hermanos, Iris Paiva, explicó que la niña de 8 años es la que relató a la maestra que desde hacia varios días se encentraban solos en su vivienda.
El aspecto de la niña, que cursa segundo grado, que ese día lunes estaba despeinada y con las zapatillas mojadas, llamó la atención de su maestra Fernanda Fernández, quien le preguntó que le pasada y "¿por que ese día no había concurrido su hermano mayor de 10 años?".
"Mi hermano esta en mi casa cuidando a mis hermanos porque mi mamá hace varios días que no está en casa", habría dicho la niña a su maestra, según relató la directora.
El primer aviso que dan los docentes es a la Dirección de Infancia, Adolescencia y Familia (DIAF) de la Municipalidad de Tres de Febrero y luego realizan la denuncia ante la comisaria de Villa Bosch y a aprtir de ese momento toma intervención la Fiscalia 5 de los Tribunales de San Martín.
"Nosotros actuamos siguiendo un protocolo que tenemos para intervenciones en situaciones muy particulares, en las que interviene la dirección de psicología del distrito, Hilda Sosa, y es ella la que hace intervenir al equipo de orientación social", apuntó Munda.
Los chicos de 10 y 8 años habían ingresado el año pasado a la escuela 35 y si bien "no tenían una asistencia continua", cada vez que el equipo de orientación social contactaba a sus familiares, volvian a clase normalmente.
"No había una situación que pudiera dar indicio de lo que sucedió el día lunes cuando percibimos la realidad que vivían los pequeños", dijo la docente.
