André da Silva Goncálves, de 31 años, terminó de correr 21 kilómetros (la competencia también incluía distancias de 10 y 42 kilómetros) y se abocó a terminar los detalles de un altar que había preparado junto con otros competidores y la colaboración de empresas y de funcionarios del Municipio de Ushuaia.
Cuando la novia, Caroline Hengers, de 29 años, también llegó a la meta, se encontró con una alfombra roja que la guiaba hasta el lugar donde un sacerdote los esperaba para celebrar el casamiento.
Ambos integrantes de la pareja oriunda de la ciudad brasileña de Blumenau se pusieron dos corbatas sobre el equipo de gimnasia y a los pocos minutos se desarrolló la ceremonia que tuvo como testigos a los demás competidores y asistentes a la carrera.
“Para nosotros es algo muy especial que hayan tomado la decisión de casarse en este lugar. Es el broche de oro para una prueba de tanto simbolismo y emociones”, les dijo el intendente de Ushuaia Federico Sciurano, luego de entregarle un ramo de flores a la novia.
Por su parte, el secretario municipal de Turismo, Daniel Leguizamón, destacó la “magia que genera en algunas personas llegar hasta el fin del mundo”.
“Somos conscientes del atractivo paisajístico de la zona, pero sigue asombrándonos que sucedan cosas como estas. En ese sentido Ushuaia no para de sorprendernos”, reflexionó el funcionario en dialogo con Télam.
La prueba atlética impulsada por una empresa brasileña y que se realiza también en otros países de Latinoamérica incluyó un recorrido por el interior de bosques de lenga y por la ladera del Monte Susana.
La competencia también derivó en un movimiento importante de turistas, ya que se calcula que unas 2.000 personas, entre corredores y familiares, visitaron la capital fueguina durante el último fin de semana.
La misma carrera llevada a cabo en Ushuaia tiene fechas previstas para concretarse en el desierto de Atacama (Chile) y en 2015 en Machu Pichu, Perú (Télam).
