Además, los estudios indican que descartar medicamentos en los residuos domiciliarios o tirarlos al inodoro resulta una maniobra directa para la contaminación de corrientes de agua, e incluso, para en el agua potable tratada para el consumo.
Según Lombardo, de acuerdo con relevamientos científicos recientes se calcula que, en promedio, en las aguas residuales se encuentran restos de más de 20 fármacos distintos, que varían según el país y los hábitos de consumo.
Por eso, una de las entidades que integran la FACAF, el Centro de Propietarios de Farmacias de Villa Mercedes (CENPROFAR), en San Luis, suscribió un convenio para la disposición final de los fármacos domiciliarios en desuso.
Con la premisa “Un medicamento vencido más que un remedio es un residuo”, la municipalidad local y el Centro de Propietarios de Farmacias de esa ciudad iniciaron la campaña “Remeven” (Recolección de Medicamentos Vencidos).
Por esta iniciativa se invitó a los vecinos a depositar sus medicinas domiciliarias vencidas en contenedores dispuestos en las farmacias de la ciudad.