El formol es una sustancia que está prohibida para este fin por la ANMAT y sólo puede emplearse, en bajas concentraciones, como endurecedor de uñas y para higiene bucal.
Por tal motivo, el organismo recomendó “verificar la procedencia de los productos al momento de comprarlos o hacérselos aplicar en peluquerías”.
Asimismo, resaltó que “cada vez es más frecuente la venta por internet, y su posterior utilización en salones de belleza, de productos no registrados ante la ANMAT, formulados en base a formol y que se usan para el alisado del cabello”.
Por lo que “esta irregularidad pone en riesgo la salud de sus consumidores, pudiendo generar la aparición de cuadros alérgicos, irritación ocular, enrojecimiento, lagrimeo y dermatitis”.
Además, la ANMAT advirtió “a los consumidores de estos productos que verifiquen la procedencia del mismo y, en caso de haber sido fraccionados y no presentarse en sus envases originales, recomienda abstenerse de su aplicación hasta corroborar que los mismos hayan sido debidamente aprobados por el organismo nacional”.