Luego se desarrolló la ceremonia religiosa, a cargo de los monjes del monasterio Fo Guang Shan, y se invitó a los participantes a “bañar al Buda”, es decir, arrojar agua sobre una estatua del Buda, símbolo de limpiar el propio interior, purificar el cuerpo y la mente.
A continuación se desarrolló un festival de cultura oriental en dos escenarios. Hubo la clásica Danza del Dragón y del León, exhibiciones de artes marciales, talleres de meditación, yoga, tai chi chuan y kung fu, y se explicó la ceremonia del té.
El festejo fue organizado por la Asociación Barrio Chino de Buenos Aires, el monasterio Fo Guang Shan Argentina y la Asociación Budista IBPS Argentina, y contó con el auspicio del Gobierno porteño. (Télam).