En su mensaje ante la Legislatura al abrir el decimoquinto período de sesiones ordinarias del cuerpo, el mandatario comunal redobló sus críticas contra el Ejecutivo nacional por la tragedia de Once, al advertir que el accidente ferroviario que provocó 51 muertos y 703 heridos "demuestra que así no se puede seguir" en materia de política de transporte público.
El discurso del jefe de Gobierno, el más confrontativo con el Ejecutivo nacional desde que asumió la jefatura comunal en diciembre de 2007, irritó a los legisladores kirchneristas presentes, que interrumpieron la alocución para reclamarle que se hiciera "cargo" y no lavara sus culpas en la Casa Rosada.
Macri se quejó de "las medidas unilaterales" del gobierno nacional "en un tema como la seguridad en el que ni nos dan recursos como para que podamos hacernos cargo ni asumen sus responsabilidades, poniendo en riesgo la vida de los porteños y de los que trabajan o visitan esta ciudad".
"Señora Presidenta: o háganse cargo de la seguridad como corresponde o traspásennos sus facultades y los recursos", reclamó el funcionario durante su discurso, que se extendió unos quince minutos.
"El gobierno nacional sigue teniendo una actitud excesivamente centralista, concentrando recursos y decisiones", enfatizó Macri, quien agregó: "La Ciudad, las Provincias, el Gobierno Nacional tienen que colaborar para conseguir el bienestar de los ciudadanos en el marco de un federalismo de verdad, sin imposiciones ni sometimientos".
Consideró que, "cuando un gobernador provincial no es oficialista, la Provincia es discriminada y padece las consecuencias" y añadió que "esto no es bueno para nuestra democracia ni para nuestro desarrollo ni para nuestra gente. No es correcto, no es buena política".
"La Ciudad, las provincias, el Gobierno Nacional, tienen que colaborar para conseguir el bienestar de los ciudadanos, en el marco de un federalismo de verdad. Sin imposiciones, ni sometimientos. Necesitamos un federalismo real, respetuoso de las realidades de todos, no un mero discurso que luego se traiciona en los hechos", agregó.
El mandatario subrayó que "el Gobierno Nacional sigue teniendo una actitud excesivamente centralista, concentrando recursos y decisiones. Esto genera una gran debilidad en las provincias, especialmente en aquellas que tienen situaciones financieras complicadas, y más si quien las gobierna no responde al oficialismo".
"Cuando un gobernador provincial no es oficialista -dijo-, la provincia es discriminada y padece las consecuencias. Esto no es bueno para nuestra democracia, ni para nuestro desarrollo, ni para nuestra gente. No es correcto, no es buena política".
Se quejó de las "decisiones intempestivas, como la de retirar la custodia de la Policía Federal de los hospitales, escuelas y subtes de la Ciudad. Hoy vemos las consecuencias de estas medidas. Esto nos duele no porque le estén faltando el respeto a un gobernante, sino porque al intentarlo están haciendo daño a los vecinos, y ahí es donde yo tengo la obligación de poner un límite".
"El tema del transporte tiene las mismas características que el de la seguridad", aseveró, y manifestó que "la terrible tragedia de Once demuestra lo que pasa cuando no se hacen bien las cosas. Así no se puede seguir: se requiere una política coordinada y mayor inversión".
"Buenos Aires es la Ciudad de todos los argentinos. No es una isla ni algo desintegrado de la realidad nacional. Es una Ciudad que se formó y se alimenta permanentemente a partir de la combinación de las corrientes migratorias de todo el país y de las inmigratorias del exterior", continuó.
