El implante coclear es la colocación en el oído interno de un dispositivo electrónico que es activado por otro aparato que se usa fuera del oído, y restablece la audición en las personas hipoacúsicas.
Milagros nació ciega y sorda por un citomegalovirus que la madre padeció durante el embarazo, una forma de herpes que es una de las principales causas de mononucleosis infecciosa.
La nena recuperó la visión tras una operación en el hospital Juan Garrahan, en Capital Federal, pero siguió sin escuchar y, por lo tanto, sin posibilidades de hablar.
Entonces, un equipo multidisciplinario liderado por el cirujano y otorrinolaringólogo Daniel Pérez Gramajo estudió su caso en el hospital provincial Eva Perón de San Martín y concluyó que sólo un doble implante coclear le permitiría escuchar.
La intervención, que fue la primera en su tipo en hospitales bonaerenses, tiene un costo superior a los 30 mil dólares en el sector privado.
En el hospital Eva Perón se realizó sin costo para la familia, con financiación del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, informó el ministerio de Salud bonaerense.
“El fortalecimiento del recurso humano y técnico permite a nuestros hospitales dar respuestas de primer nivel a patologías severas como la que sufría Milagros, y mejorar notablemente la calidad de vida de estos chicos”, afirmó el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia.
“Esperamos mucho este momento así que estamos conmovidos y agradecidos con el hospital, porque todo el equipo nos trató diez puntos, profesional y humanamente, y estuvieron siempre pendientes de la evolución de Milagros y de darnos contención a toda la familia”, enfatizaron los padres, que tienen otro hijo de 10 años.
El proceso de rehabilitación será extenso, ya que la niña debe concurrir a la fonoaudióloga para el proceso de adquisición del lenguaje, y paulatino, con un aumento del volumen del dispositivo coclear una vez por semana.
“Debe ser gradual para que ella pueda acostumbrarse de a poco a los sonidos, y no rechace el implante”, relató Analía.
La mamá contó que "nos dijeron que es muy importante que le hablemos, le cantemos y le pronunciemos muy claramente cada palabra”, como si fuera un bebé que aprende a hablar.
En el Eva Perón de San Martín “ya se realizaron cuatro implantes cocleares y mañana realizaremos otro, también bilateral, a un niño de Merlo de 6 años llamado Thiago”, informó Pérez Gramajo.
No todos los casos de hipoacusia son “implantables”, sino que se tienen que dar varios factores que permitan a los pacientes entrar al protocolo, a través de evaluaciones auditivas con los audífonos y de lenguaje, para medir las respuestas obtenidas con la estimulación.
En el país se estima que cada año nacen entre 700 y 1.200 niños con hipoacusia, pero la detección en los primeros meses de vida permite revertir hasta el 30% de las sorderas.
