Hubo varios intentos para preservar el inmueble. En 2008 la exdiputada porteña Teresa de Anchorena presentó un proyecto de ley para su catalogación que, sin embargo, perdió estado parlamentario.
Este año, el diputado Patricio Stefano presentó un proyecto que "propone la catalogación de un conjunto de edificios próximos a la Abadía de San Benito e incluye ejemplos de variadas corrientes estilísticas".
Dentro de este conjunto se propuso que este inmueble fuera protegido a nivel estructural. A pesar de este proyecto de ley, la Casa Di Tella no fue incluida en el catálogo preventivo.
La casa se terminó de construir en 1970 en una superficie total de 838,8 metros cuadrados. Se organizó detrás de un frente tapia, de hormigón y con el orificio de la puerta bien acusado.
Según Testa, el uso del hormigón respondía principalmente a la decisión de determinar una fachada sin ornamentos, limpia, austera, compacta, y a la vez violenta y silenciosa.
Esta residencia, probablemente una de las últimas en clave brutalista, es una de las pocas obras en este estilo que subsistían.
Otros ejemplos son el ya destruido edificio anterior del diario La Nación, la ya alterada antigua sede del Banco de Londres y la ahora desfigurada sucursal del mismo banco en Santa Fe y Junín. (Télam)
