Diego había ido con sus amigos del club al boliche Rumi, del que eran habitués. El viernes, con el San Fernando le habían ganado un partido a Quilmes A. “No creo que hayan tomado, porque este domingo tenían otro partido –comentó Juan Ripalda, entrenador y amigo de Diego–. Los que estaban con él contaron que Diego cruzaba Figueroa Alcorta, de Rumi hacia donde dejaban los autos (los estacionan ilegalmente en un área protegida como el Parque Tres de Febrero). Y que el Clio, que parece que venía muy rápido , se lo llevó por delante y lo revoleó. El Tanito pegó con un árbol y quedó caído”.
“Llegamos rápido, pero estaba muerto –contó Alberto Crescenti, director del SAME–. Sufrió politraumatismos graves”.
La velocidad máxima en Figueroa Alcorta es de 70 kilómetros por hora, que después de La Pampa bajan a 60, según marcan los carteles. Pero a la madrugada los automovilistas suelen ir más rápido. En la esquina de Rumi hay un semáforo peatonal, pero no está marcada la senda . Y cuando el semáforo se pone verde, también tienen paso los vehículos que doblan desde Pampa. Cruzar es difícil.
Hace un año que Tanuscio vivía en Holanda. En septiembre, debía volver para empezar la temporada con el club HDM. Antes, había jugado un año en Italia. Entre torneo y torneo, venía a Buenos Aires y jugaba para el Club San Fernando, su club de toda la vida.
