Añadió que como país responsable, China toma nota de los resultados de la investigación realizada por Surcorea y otras naciones, así como de las reacciones de todas las partes, tras reiterar que Beijing siempre rechazó y condenó todo acto que perjudique la paz y estabilidad en la península.
"Debemos hacer todo lo posible por fomentar la paz y la estabilidad en la región del norte de Asia", sostuvo, según informó DPA.
Wen no aludió a las versiones acerca de que Pekín tiene pensado sumarse a las críticas contra Corea del Norte por el hundimiento del buque en marzo.
Seúl quiere llevar el incidente al Consejo de Seguridad de la ONU con el apoyo de Estados Unidos y de Japón, para lograr una condena o un endurecimiento de las sanciones contra el vecino país comunista, objetivo para el que precisa el apoyo de China, que goza de derecho a veto en el Consejo.
Hatoyama, por su parte, subrayó que las tres partes ven la tragedia del barco, en la que murieron 46 soldados surcoreanos, como "un serio problema para la paz y la estabilidad en el noreste de Asia".
Hasta que el gobierno de Pyongyang no se disculpe, añadió el jefe de gobierno nipón, no se podrán reiniciar las conversaciones a seis bandas sobre el programa nuclear norcoreano.
En esas negociociones, interrumpidas por Corea del Norte en abril de 2009, participan, además de las dos Coreas, Japón, Estados Unidos, Rusia y China.
Pyongyang niega hasta ahora haber disparado el torpedo que causó el hundimiento del barco surcoreano, según determinó una investigación independiente difundida recientemente, y amenaza con una guerra en caso de que la comunidad internacional busque imponerle nuevas sanciones. (Télam).
