El tránsito en ambos sentidos del Acceso Norte estuvo cortado en la zona del hecho durante todo el tiempo que duró la negociación que intentaron realizar policías especialmente adiestrados para que el joven, de unos 27 años y con sus facultades mentales alterdas, finalmente bajara y depusiera su peligrosa actitud.
El hombre se había subido al enrejado que tienen los puentes de la Panamericana -que fueron colocados para evitar que se arrojen elementos contundentes contra los vehículos- y desde allí decía que iba a tirarse al asfalto.
Según trascendió, el joven amenazaba con arrojarse porque su pareja había decidido dar por terminada la relación y él quería recuperarla.
De acuerdo con el relato de las fuentes, si bien los efectivos intentaron comunicarse con ella, la mujer rechazó de plano hablar con el joven.
Ante la imposibilidad de avanzar con una solución frente al reclamo y la negativa de la ex pareja a volver a tener contacto con el joven, policías del Grupo Halcón se subieron a una autobomba de los Bomberos Voluntarios de Garín.
El vehículo de socorro desplegó la escalera mecánica y alcanzó la altura donde estaba el hombre y, por la fuerza, lo contuvieron y lo bajaron, tras lo cual fue derivado a un centro de salud de la zona para su asistencia médica y psicológica.
Si bien el tránsito se reanudó a los pocos minutos de resuelta la crisis, la Autopista Panamericana estuvo durante las tres horas que se prolongaron las amenazas con el tránsito interrumpido.