La red, que llevó a la isla al menos a treinta mujeres, contaba con miembros en Argentina que captaban para su explotación sexual a jóvenes que "presentaban un perfil similar: escasa instrucción, problemas económicos en su país de origen, cargas familiares, sustento de hijos, parientes y problemas de deudas", agregó la nota oficial.
Tras costearles el billete de avión, los responsables de la organización recogían a su llegada al aeropuerto a las chicas, que, "llevadas directamente al domicilio, de inmediato contraían una deuda con la organización equivalente al coste de su traslado a España y que debería ser amortizada con los servicios sexuales que prestasen en el club".
Algo que debían hacer, según se subraya, "sin poder abandonar el mismo y estando disponibles las veinticuatro horas del día".
Las jóvenes permanecían encerradas, en concreto, en un local del barrio de Siete Palmas de Las Palmas de Gran Canaria que registró la Policía Nacional.
Los agentes intervinieron variada documentación y material informático en ese local, donde identificaron a dos de las chicas obligadas presuntamente a prostituirse, una de nacionalidad argentina y la otra ecuatoriana, se añade.
Como responsables de la red, y acusadas de delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal y relativos a la prostitución, se detuvo a un total de cinco personas de entre 27 y 33 años.
Según la Jefatura Superior de Policía, se estima que la organización operó entre 2009 y 2010, periodo en el que fueron unas treinta las jóvenes explotadas.
Una vez puestas a disposición judicial las cinco personas detenidas, todas sin antecedentes penales, se ordenó el ingreso en prisión de dos de ellas, concluye el texto, sin especificar la nacionalidad de los dos encarcelados. EFE