Cinco derrotas consecutivas, una de ellas por la Copa Sudamericana, y la pérdida de la identidad que lo caracterizó en los últimos campeonatos, es el reflejo de este Tigre que sigue sin encontrar el rumbo y ya se muestra preocupado.
A lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos, ambos equipos compartieron el maltrato por la pelota, algunas dudas defensivas y la misma carencia de ideas para generar buen fútbol.
Dentro de ese panorama Tigre fue un poco más, porque logró hacerse fuerte en la mitad de la cancha y dispuso de un corredor por izquierda, conformado por Leone y Montiel, para llenar de centros el área platense.
Ese momento de Tigre duró 25 minutos y en él, el equipo de Victoria tuvo tres claras ocasiones para lograr su gol. Una en los pies del 'Chino' Luna, quien se demoró una eternidad para definir y permitió el rechazo de un defensor, y dos cabezazos de Lázzaro, uno se fue pegado junto al palo derecho y el otro fue desviado por Sessa al corner.
Después de ese lapso, Gimnasia dio alguna señal de vida. El 'Lobo' se adelantó un poquito más en el campo y gracias al trabajo de Lucas Castro (ingresó a los 15 por Mariano Messera), logró neutralizar las subidas de Tigre por izquierda.
Sin embargo, el equipo de Madelón continuó siendo inofensivo en ataque, y recién sobre el final creó verdadero peligro, cuando a los 41 minutos, Ardente con dos atajadas consecutivas, evitó que Stracqualursi abriera el marcador.
En el complementó la historia cambió radicalmente. Gimnasia se mostró como un equipo más agresivo y sus jugadores tuvieron más tiempo la pelota en su poder, pero como viene sucediendo desde que comenzó el campeonato, al equipo platense le faltó gol.
Eso, hasta los 15 minutos, mantuvo con vida a Tigre, pero en ese preciso instante, San Román le cometió un claro penal a Stracqualursi, que Vizcarra transformó en gol. De ahí en más, Gimnasia se volvió más fuerte, y Tigre se desdibujó, sin ofrecer respuestas, tanto futbolísticas como anímicas. Por eso el 2-0 (derechazo bajo de González, que ingresó junto al palo izquierdo de Ardente) final, reflejó en gran parte lo sucedido en el campo de juego.
