"La granja La Escondida pertenece a Nuestra Huella S.A., sociedad conformada por varias granjas proveedoras de supermercados. Además de tener a niños trabajando en la alimentación de la aves de esas granjas, se ha comprobado que varias mujeres que trabajaron durante su embarazo han tenido bebés con mal formaciones, por los agroquímicos usados en las mismas", indicó la legisladora.
Según la diputada, "los dueños de Nuestra Huella S.A. han amenazado de despido al delegado de los trabajadores que dio a conocer la situación".