Tigre comenzó dominando pelota y terreno y a los 14 minutos logró ponerse en ventaja a partir de un desborde de Giménez por la izquierda, quien superó a Sergio Sena y sacó un disparo que doblegó a Cristian Campestrini, quien, sorprendido porque esperaba un centro, sólo alcanzó a tocar la pelota, pero sin llegar a impedir su introcción en el arco.
Arsenal se recuperó enseguida e igualó aprovechando una infracción que Guillermo Suárez le cometió a Iván Marcone. El tiro libre lo ejecutó Alvarez por arriba de la barrera y el balón se metió cerca del ángulo derecho del arco defendido por Lucas Ardente.
Hasta ese momento Tigre era más, pero siempre fue muy vertical y demasiado previsible. Y Arsenal, que hasta entonces era sólo peligroso de contragolpe, comenzó a tener más la pelota y a crecer colectivamente, lastimando a la permeable defensa de Tigre con pases profundos para Jara y Alexander Medina.
Maximiliano Oliva ingresó por el lesionado Juan Pablo Garat y alternó como central con Rodolfo Arruabarrena. Pero la defensa quedó desordenada. Y sobre los 32 Julio Manzur y Oliva quedaron encimados a la hora de despejar una pelota aérea sencilla. El primero resolvió mal de cabeza y le dejó la pelota servida a Jara, quien eludió al arquero y definió con clase para sellar el 2-1 parcial.
En la parte complementaria Arsenal especuló con la ventaja conseguida y se paró de contragolpe, mientras Tigre iba en busca del empate, apoyado en los buenos trabajos de Martín Morel y Lucas Oviedo, aunque se sintió la ausencia de Matías Giménez, lesionado en la primera parte.
La más clara tuvo lugar a los 4 minutos cuando Leandro Lázzaro desniveló por izquierda y habilitó a Oviedo, quien perdió en el mano a mano con Campestrini.
Después Tigre insistió, pero desordenadamente, y Arsenal aguantó a pie firme sin pasar mayores sobresaltos.