El proyecto de ordenanza 67631/09, que ingresó por mesa de entradas, destacó que "la aplicación de glifosato" en los espacios verdes de la zona "mata las plantas, debido a que suprime su capacidad de generar aminoácidos aromáticos".
El texto citó la investigación realizada por Andrés Carrasco, investigador del Conicet y director del Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Para el científico, el herbicida utilizado en los cultivos de soja produce malformaciones neuronales, intestinales y cardíacas Carrasco investigó sobre anfibios y llegó a la conclusión de que el glifosato "puro, en dosis menores a las usadas en fumigación, genera malformaciones" y "podría" interferir en el normal mecanismo "del desarrollo embrionario, que tiene que ver con la forma en que las células se dividen y mueren".
Los vecinos también mencionaron los trabajos del profesor de Biología Molecular, Gilles Eric Seralini, que se desempeña como asesor de la Unión Europea en materia de biotecnología.
El profesional francés aseveró que diluciones del orden 1/1000 del glifosato producen en cultivos de células animales la destrucción de membranas y un daño mitocondrial que llevan a la eliminación celular.
Los experimentos sobre ranas que realizó Carrasco comprobaron que al aplicar glifosato se produce una "disminución del largo del embrión, del tamaño de la zona cefálica, reducción de ojos y alteraciones de los arcos branquiales y placa auditiva".
El reclamo vecinal en Morón se basó en otro similar elevado por habitantes de Vicente López contra las fumigaciones que con glifosato realizaban trabajadores de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) en predios contiguos a las vías.
El proyecto presentado por COEPSA, además, reclamó a los estados nacional, provincial y municipal que aplique multas de hasta 4.000 dólares por metro cuadrado contaminado a quienes apliquen glifosato en la zona.
