La causa, que tramita ante los tribunales penales de La Plata, alude -entre otros- al partido que disputaron a puertas cerradas Chacarita y Platense, el cual marcó el retorno a Primera División del equipo San Martín.
"Chacarita y Platense disputaron el encuentro lejos de la sede de ambos clubes –hubiera correspondido hacerlo en Vicente López- tras una decisión que el CoProSeDe tomó, en forma forzada", dijo a raíz de la denuncia sobre problemas con las respectivas barras bravas.
"Sólo 25 dirigentes de cada club estaban autorizados a permanecer en el estadio, ya que por disposición del CoProSeDe el mismo se jugaría a puertas cerradas, pero se les permitió ingresar a casi 100 personas donde no debían", sostiene la presentación.
La denuncia también alude al partido que por Copa Libertadores disputaron el jueves 24 de junio de 2009, Estudiantes de la Plata y Nacional de Montevideo, en el que se registró un herido de bala, dentro de la propia popular Sur del estadio platense.
"A los cuarenta minutos del primer tiempo, un grupo de hinchas a lo que se identifica con la barra brava de Estudiantes, ingresó en la popular Sur para agredir salvajemente a otro grupo, que se identificaba con las banderas de Peñarol... El CoProSeDe es plenamente responsable, por no poder controlar ni lo mínimo –que ingrese un arma de fuego a un estadio por ejemplo- por insultar la inteligencia ciudadana calificando de 'escaramuza', un hecho violento y vandálico llevado adelante en medio de familias enteras que acudieron a ver un espectáculo de fútbol internacional", sostiene la presentación.
En esa dirección, luego agregó: "Desde hace años los jefes de los operativos se reúnen en la semana oficial y formalmente con los referentes de las barras bravas para ponerse de acuerdo, ver a que hora estos muchachos llegan al estadio, saber qué van a portar para resolver cómo entrar". "Estos datos que han sido corroborado por el Sr. Rubén Pérez, responsable del Comité Provincial de Seguridad Deportiva, quien me aseguró en dicha llamada telefónica, que ése y no otro, es el método que se establece desde el organismo a su cargo para que no haya ‘líos’ en los estadios", advirtió Nizzardo.
"Así, ellos se transforman en cómplices de los violentos por las preferencias que estos obtienen. No se les realizan los cacheos en los ingresos de los estadios como a los demás ciudadanos. Hecho agravado si concebimos que la policía acompaña aún a los hinchas violentos de la primera categoría del futbol argentino en el traslado por la ciudad, sin hacer una revisión previa, ni del micro ni de sus ocupantes. Se los acompaña por la ciudad por considerarlos violentos y así proteger al resto de la sociedad", concluyó la presentación.
