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Graves incidentes y 10 detenidos en el desalojo de una fábrica tomada en Vicente López

En mediodía de ayer la puerta la fábrica de FP Impresoras S.A. en Florida, al norte del Gran Buenos Aires, se transformó en un campo de batalla cuando la Policía acudió a desalojar el recinto y se enfrentó con un grupo de trabajadores despedidos, gremialistas y miembros del Partido Obrero que aún mantienen tomada la planta tras 19 despidos decretados por la empresa a finales de abril.
Según informó C5N, hubo diez detenidos (siete empleados y tres familiares de ellos) y un policía fue herido de gravedad por las agresiones de ocupantes. Hubo palos y patadas contra los agentes policiales, quienes acudieron por la orden de un juez de garantías de San Isidro, que respondía a la denuncia de los propietarios de la fábrica. Los camiones no pueden entrar ni salir de la fábrica, lo que perjudica notablemente a la impresora.

Esta es la tercera ocupación de las instalaciones por parte de los trabajadores, sindicalistas y el Partido Obrero en cuatro días. La primera ocurrió el viernes, la segunda el lunes y la tercera hoy. En la primera, inclusive, los trabajadores cortaron la Autopista Panamericana en hora pico y en pleno éxodo por el fin de semana largo y provocaron un caos vehicular. La gran mayoría de los que usurparon la autovía pertenecen a la mencionada agrupación política de izquierda.

De acuerdo a la denuncia radicada por los dueños, el viernes hasta siete empleados que no adhieren la protesta fueron rehenes de la toma durante varias horas.

El propietario y fundador de FP Impresoras, Fernando Fabbri, explicó en C5N que los despidos se debieron a "un recorte porque la situación no daba para más, pero pagamos el 100% de indemnización. Pero sólo dos aceptaron cobarlo", agregó.

El dueño relató que los okupas "amenazaron el lunes a todos los demás que ‘no se iba nadie de ahí’ y así lo hicieron. También decían que quieren hacerla una cooperativa: quieren quedarse con la planta", aseguró. También precisó que “esto está muy politizado con el Partido Obrero”.

Sin embargo, los empleados dieron otra versión sobre el motivo del recorte de personal. Según dijeron, 19 de los 40 despidos –sobre un total de 60 empleados- recayeron sobre trabajadores que se habían afiliado al sindicato, acto que, en su opinión, la empresa no quería permitir.

Por su parte, José Tormakh, gerente comercial de la firma, recordó que "la empresa demostró que por la crisis bajó su facturación y no podía mantener a ese número de empleados".

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