Los equipos de rescate acudieron con embarcaciones al banco de arena y lanzaban agua una y otra vez sobre los animales para mantenerlos húmedos, según consignó la agencia de noticias DPA.
Los rescatistas esperan que con la próxima marea las cinco ballenas puedan volver a aguas profundas.
El cachalote, la ballena más grande dentro del grupo de los cetáceos con dientes, es especialmente difícil, dijo Wren, porque pesan hasta 50 toneladas y su peso puede aplastar sus órganos internos si quedan demasiado tiempo varados en un banco de arena.
Sólo en los últimos dos meses, quedaron varadas 250 ballenas en el noroeste de Tasmania, y las causas aún no están del todo esclarecidas.
Los animales no pueden volver por sí mismos al mar, y muchas veces, las ballenas que pueden ser salvadas tras horas de trabajo, quedan desorientadas y vuelven debilitadas a la misma playa. (Télam)