El episodio se produjo en una fábrica de ropa interior situada en Alsina al 1700, de esa localidad del noroeste del Gran Buenos Aires.
Todo se inició cuando un llamado al teléfono 911 alertó sobre movimientos "extraños" en el establecimiento, por lo que en el lugar se presentó una patrulla de la comisaría primera de San Martín.
En la entrada de la fábrica, los policías entrevistaron al vigilador del lugar, un hombre de 39 años, quien se encontraba junto a un hombre de 38.
El vigilador le aseguró a los efectivos que el hombre que lo acompañaba era el jefe de mantenimiento del establecimiento.
Inmediatamente, los policías se comunicaron con los propietarios de la empresa, quienes le señalaron que ese hombre era parte del plantel de la fábrica.
Los agentes de seguriodad irrumpieron en el predio y descubrieron tres camionetas con unos cien mil pesos en mercadería y materias primas.
Inmediatamente se procedió a la detención del vigilador y su acompañante, quienes quedaron a disposición del fiscal en turno del Departamento Judicial de San Martín.
Según pudo establecerse de las averiguaciones realizadas, el custodio había arreglado quedarse con una parte del botín a cambio de permitirle el ingreso al falso empleado y otros asaltantes.
El resto de la banda había escapado por los fondos de la fábrica gracias a que habían sido alertados por el vigilador sobre la llegada de la Policía.
NA
