Además, los delincuentes, que ingresar ayer alrededor de las 7 en el chalet ubicado en la calle Perú al 700, balearon a uno de los cuatro hijos de Barrenechea, de 17 años, quien fue internado y al parecer se hallaba fuera de peligro.
A raíz del brutal crimen, que coincidió con otros cuatro atracos en la zona a diferencia de pocas horas, los vecinos de San Isidro manifestaron su indignación por la inseguridad que padecen, lo que llevó ayer al intendente, Gustavo Posse, a declarar el estado de emergencia.
Al mismo tiempo el ministerio de Seguridad nacional dispuso volver a enviar tropas de la Gendarmeria a vigilar la villa de emergencia La Cava, de donde se habían retirado hace tiempo, según alegó la fuerza, porque fueron reemplazados por policías boanerenses.
Hoy la DDI de San Isidro, con el apoyo de otras seccionales y la orden judicial, realizaron numerosos allanamientos en dos villas miseria, la Puerta de Hierro y la San Petersburgo de La Matanza.
En la primera demoraron a tres hombres, dos de ellos menores de edad, que tenían un arma calibre 22 y mumerosas municiones de calibre 45, el mismo utilizado para asesinar al ingeniero Berrenechea.
La policía confirmó las demoras de los presuntos implicados, quienes se buscaron en base a identikit elaborados por testigos del crimen.
Según versiones confirmadas por el subsecretario de Seguridad boanerense, Paul Starc, ayer a las 6.30, mientras Barrenechea, su esposa y sus cuatro hijos dormían en la planta alta del chalet, irrumpieron tres delincuentes, supuestamente utilizando algun mecanismo para abrir la reja y la puerta de entrada sin violentarlas.
Una vez en el interior sorprendieron al jefe de la familia, de 46 años, a quien le habrían obligado a entregar dinero y valores.
Al parecer el dueño de casa le entregó todo lo que tenía, pero por causas que se desconocen pero terminó acribillado de cinco balazos, mientras que su hijo de 17 años, tampoco se sabe en qué circunstancias, recibió un balazo en el hombro, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
El hecho conmovió al vecindario y obligó a que el gobierno local dispusiera el alerta y reclamara refuerzos de seguridad a las autoridades provinciales y nacionales.
Hoy se conoció que el ministro Aníbal Fernández había recibido una solicitud para volver a instalar a gendarmes en la villa La Cava que habían sido retirados tiempo atrás, lo que había motivado un reclamo del intendente Posse.
Mientras unos 300 policías rastrillaban villas de emergencia para dar con presuntamente más responsables del hecho, los restos de Barrenechea eran inhumados en un cementerio privado de Pilar ante el dolor y la indignación de sus familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo, entre quienes también se encontraba el ingeniero Juan Carlos Blumberg.
Blumberg, radicado en San Isidro y padre de un chico asesinado luego de haber sido secuestrado, se quejó de que la mayoría de los proyectos de ley que impulsó durante el anterior gobierno de Néstor Kirchner prácticamente quedaron en la nada.
